La Revolución Bolivariana y el estado del mundo diez años después de Chávez

La revolución bolivariana es la prueba contundente de que otro mundo es posible.

En este mes de febrero de 2023, la Humanidad, que sigue enfrentándose a retos humanos básicos como la alimentación, la educación, la salud y la seguridad, se encamina hacia una nueva bipolarización, o incluso una multipolarización. Sin embargo, hace unos 30 años, tras la caída del Muro de Berlín y la desintegración de la URSS, los pueblos del mundo soñaban y pedían la construcción de un mundo de paz, justicia, prosperidad económica compartida y respeto mutuo. La amarga realidad de nuestro tiempo, unánimemente compartida por los pueblos del llamado «Sur», es ésta:

  • Las promesas de prosperidad condicionadas por draconianos programas de austeridad económica han incrementado la pobreza extrema en todo el mundo.
  • Las normas del derecho internacional y la Carta de las Naciones Unidas sólo pueden imponerse a Estados débiles e indefensos.

Este es el sombrío panorama del mundo en el que los pueblos que luchan por la dignidad y la verdadera autodeterminación conmemoran el décimo año de la muerte del padre de la revolución bolivariana, Hugo CHÁVEZ

El camarada Chávez, que llegó al poder tras las elecciones generales venezolanas de 1998, es un ejemplo típico de los precursores de un modelo de sociedad socialista, imaginativo y altruista en un mundo tan hostil como el de finales del siglo XX. El «fin de la historia» proclamado por Francis Fukuyama tras el hundimiento del bloque soviético había acabado por convencer a los regímenes revolucionarios supervivientes del «Tercer Mundo» de la «victoria definitiva» del capitalismo liberal sobre la economía socialista.

Sin embargo, fue en este contexto internacional tan convulsionado, en una América Latina acostumbrada a la pérfida injerencia del ogro estadounidense, donde nació la Revolución Bolivariana de Venezuela. Esta joven revolución, llevada a pulso por un pueblo trabajador y decidido, logró desbaratar en 2002 un complot militar apoyado desde el exterior, para restaurar definitivamente la «dignidad nacional».

Esta dignidad nacional se caracteriza por los prodigiosos éxitos logrados en 15 años de revoluciones bolivarianas: la tasa de desempleo bajó del 11,3% (1998) al 7,8% (2008). Se crearon 2,9 millones de empleos en 10 años, la pobreza cayó del 54% de los hogares (2003) al 26% (2008).

El ejemplo del Presidente Hugo CHÁVEZ y de la revolución bolivariana que tan ingeniosamente dirigió, con los excepcionales resultados alcanzados, es un modelo, una inspiración y una encrucijada esencial para los pueblos africanos aún en lucha. La revolución bolivariana es la prueba contundente de que otro mundo es posible. Un mundo en el que el hombre ya no es sólo «un lobo para el hombre», sino en el que «el hombre es un remedio para el hombre», como proclama la sabiduría popular africana.

Los destinos de los pueblos sudamericano y africano están fuertemente ligados debido a los estigmas de la Historia. Colonizados, explotados y luego balcanizados para asegurar mejor el control de las potencias imperiales, nuestros pueblos deben aprender de las trayectorias singulares de los países de ambos lados del Atlántico. Bajo el prisma de este destino común, CHÁVEZ había lanzado una vasta cooperación con varios Estados africanos, materializada por la creación de una cartera ministerial.

La revolución bolivariana se distinguía por su solidaridad con todos los países que luchaban por el derecho a una verdadera independencia y singularidad en todo el mundo. Intentó en vano oponerse a la desestabilización de Libia (país norteafricano) por la OTAN. ¿Había percibido de antemano los riesgos de tal acto? La historia le da la razón diez años después: La destrucción de Libia marcó el inicio de un ciclo de violencia sin fin que sigue extendiéndose por los países del Sahel africano. Las atrocidades y los crímenes de guerra son ahora el pan de cada día.

Bayala Lianhoué Imhotep , de la organización Deux heures pour nous, deux heures pour Kamita (Burkina Faso)

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