Club Valdai | Ron: las sanciones ilegales pueden ser tan devastadoras como una guerra

Al evento asisten 111 expertos, políticos, diplomáticos y economistas del mundo.

El viceministro para América del Norte y presidente del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos, Carlos Ron, participó en calidad de expositor invitado en la XIX reunión anual del Club de Discusión Internacional Valdai, que se celebra en Rusia durante el mes de octubre; este espacio cuenta con la asistencia de 111 expertos, políticos, diplomáticos y economistas del mundo.

En esta ocasión estuvo junto a un destacado grupo de ponentes de diversos países quienes debatieron sobre «La guerra económica como tendencia definitoria en el desarrollo mundial».

Ron abordó el proceso de transformación social, económica y política que experimenta la República Bolivariana de Venezuela, desde el triunfo electoral del Comandante Hugo Chávez (1999). Este proceso político dio marcha junto al pueblo a la denominada Revolución Bolivariana del Siglo XXI, la cual se mantiene en pie, pese a la constante agresión imperialista.

La guerra no convencional contra la patria de Bolívar y Chávez se acrecentó a mediados de 2015 con el objetivo de implosionar a la Revolución Bolivariana. No obstante, la estrategia de recuperación económica, de atención directa al pueblo, de diálogos con diversos sectores nacionales e internacionales, así como la diplomacia de paz, han sido unas de las tantas banderas de lucha del gobierno liderado por el Presidente Nicolás Maduro contra Washington.

Ron aprovechó el espacio para abordar cómo se desarrolla la dinámica de dominación capitalista -neoliberal que tiene su base en la Doctrina Monroe, y cuyo guión o estrategia sigue aplicándose contra naciones que defienden su soberanía y se definen antiimperialistas.

En este sentido expresó: «El año que viene se cumplen 200 años de la Doctrina Monroe. Desde entonces EEUU ha mantenido una política intervencionista en nuestra región y ha utilizado el mecanismo de la guerra económica cada vez que un país ha decidido emprender una política exterior independiente y de nuevas alianzas. Por eso Nixon quería hacer “gritar” a la economía de Allende, por eso Cuba lleva más de 60 años bloqueada y por eso se aplicó la política de máxima presión contra Venezuela».

El diplomático venezolano expuso que esta estrategia hegemónica de máxima presión contra los pueblos y sus gobiernos legítimamente electos «descansa sobre llevar a cabo una guerra híbrida contra cualquier adversario. Las medidas coercitivas unilaterales tienen un efecto dañino no solo sobre la economía, sino sobre grandes segmentos de la población. Es importante medir el impacto humano de las medidas coercitivas», sentenció Ron.

Durante su análisis Ron explicó que «las sanciones ilegales son presentadas como menos dañinas a la población pero la realidad es que pueden ser tan devastadoras como una guerra. Su propósito es “causar dolor”, y su objetivo siempre ha sido alcanzar un cambio de gobierno».

En este sentido, mencionó a Elliott Abrams, en su momento  encargado especial del Gobierno de EEUU para los asuntos de Venezuela e Irán durante la administración de Donald Trump, quien confesó que “el plan no es tanto un esfuerzo para hacer cambiar a Maduro de opinión, como es una invitación para que todo los demás cambien de opinión por él”.

Como parte de las graves consecuencias de estas acciones ilegitimas e ilegales, el viceministro venezolano recordó que entre 2015 y 2018 «Venezuela perdió 130 mil millones de dólares, lo que podría haber mantenido la economía estable por 9 años. Investigadores independientes le han llegado a atribuir hasta 40 mil muertes a las medidas coercitivas. La migración económica, que Estados Unidos hoy criminaliza, también tiene su origen en las medidas coercitivas», precisó Ron.

Pese a este panorama donde Estados Unidos busca mantener su control hegemónico, en tanto experimenta una fuerte crisis de modelo, Ron consideró el avance del nuevo mundo multicéntrico y pluripolar, aún en construcción.

«En marzo de 2021, se creó el Grupo de Amigos en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas y el pasado mes de septiembre, en su reunión se comprometió a buscar formas de establecer una “zona segura, libre de sanciones unilaterales, en la que podamos comerciar y procesar pagos sin riesgos ni impedimentos arbitrarios de naturaleza punitiva”. Es este tipo de acciones que países como Venezuela, Rusia, China y otros, deben construir para librarse del peso de la guerra económica», finalizó el diplomático venezolano.

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