Respuesta Fuerte a Golpes Suaves

El golpe suave se ha intentado muchas veces antes, con éxito en lugares como Europa del Este, y con fracasos importantes, como en Venezuela.

Cada cierto tiempo, se escuchan noticias de la Pequeña Habana en Miami, donde grupos se reúnen para celebrar el “inminente colapso” del socialismo cubano –lo que nunca sucede. Si damos un vistazo rápido por estas aglomeraciones, veremos banderas de EEUU, banderas de Cuba, toda variedad de consignas de la derecha latinoamericana, deseos de muerte a todos los comunistas y que muchos se hace la vistan gorda frente a los efectos que los bloqueos tienen sobre millones de seres humanos. Los oportunistas de siempre de Florida, también se aparecen desatando su retórica como, por ejemplo, un alcalde que pide la inmediata invasión militar de EEUU y otras soluciones similares sacadas de la Guerra Fría que fácilmente se dicen desde una alcaldía o desde el Congreso de EEUU sin que haya posibilidades reales de materializarlas. En los últimos días hemos vuelto a ver estos encuentros surrealistas, luego que un operativo mediático internacional masivo diera visibilidad a protestas en Cuba, esperando que esta vez signifiquen la caída de la Revolución Cubana. Fuera de la narrativa quedan los efectos dañinos del bloqueo cubano, agravados con nuevas sanciones ilegales de Estados Unidos bajo la Administración Trump, incluyendo la inclusión de Cuba una vez más en una lista de estados patrocinadores del terrorismo y la falta de acceso a los suministros necesarios para combatir el COVID-19.

La estrategia del golpe suave se ha intentado muchas veces antes, a veces con gran éxito en lugares como Europa del Este, y otras, con fracasos importantes, como aquí en Venezuela. El presidente Chávez describió la estrategia como una larga mecha de protestas para acumular fuerzas y que finalmente estalle un levantamiento. Es importante para esta estrategia controlar la narrativa, utilizando todas las herramientas de comunicación disponibles para promover la idea de que el cambio está llegando y es irreversible. En una rueda de prensa en 2007, ante intentos similares contra la Revolución Bolivariana, el presidente Chávez fue muy claro: “el antídoto contra el golpe suave es el apoyo popular”. La frustración por parte de los promotores del golpe suave, así como de la multitud frenética de Miami antes mencionada, proviene de no comprender que cuando un proceso político goza del apoyo popular, la chispa nunca sobrevive lo suficiente como para encender una explosión, una explosión social para provocar un cambio de gobierno.

Varias chispas pueden causar dolor, causar perturbaciones y causar consecuencias indeseables a personas que ya sufren la agresión sostenida de sanciones ilegales, como en Cuba, Nicaragua y Venezuela. Aun así, el presidente Chávez advirtió durante esa conferencia de prensa que esto no brindaría a nuestros enemigos la explosión que desean. En cambio, la suma de muchas chispas puede empujar la historia hacia una explosión en la dirección opuesta, una explosión que desata todo el potencial revolucionario del pueblo. El 17 de julio, el amanecer de Cuba se llenó de apoyo a la Revolución Cubana en toda la isla. Fox News incluso recurrió a distorsionar las imágenes de las pancartas de los manifestantes cuando se dieron cuenta de que las concentraciones masivas sobre las que informaban no eran de contrarrevolucionarios, sino que eran personas tomando las calles para defender su país y su revolución. Patria o Muerte no es un grito vacío. Es el reconocimiento de que a menos que el pueblo se una para construir el bien común, para construir una sociedad inclusiva, su destino como pueblo está condenado al fracaso. Con la Revolución Sandinista cumpliendo 42 años el 19 de julio, recordamos que, como Cuba, Nicaragua ha resistido las chispas de la desestabilización. Millones de dólares han financiado ilegalmente movimientos de oposición en Nicaragua para derribar el muro de apoyo popular del que disfruta el presidente Daniel Ortega. Sin embargo, el pueblo de Nicaragua también está decidido a defender su revolución y la paz que tanto le costó obtener.

En el horizonte se vislumbra un nuevo amanecer en Nuestra América. A medida que fracasan los golpes suaves, los movimientos populares en los países con los gobiernos más reaccionarios están ganando terreno. En lugar de provocar una gran explosión de restauración neoliberal, podríamos estar preparándonos para una explosión de una ola revolucionaria que acabará con la tiranía del neoliberalismo.

Notas

  • Carlos Fonseca (1936-1976), líder de la Revolución Sandinista: “Nos damos cuenta que cuanto mayores son esas dificultades, mayor es nuestra obligación de enfrentarlas y multiplicar nuestros esfuerzos…”. La Revolución Sandinista cumple 42 años a pesar de la sostenida agresión imperialista.
  • También recordamos al psiquiatra y revolucionario, Frantz Fanon, nacido en Martinica el 20 de julio de 1925: “El imperialismo deja tras de sí gérmenes de podredumbre que debemos detectar clínicamente y eliminar de nuestro territorio, pero también de nuestra mente”.

Noticias

1. El Derecho al Agua es fundamental para los seres humanos. Actualmente, este derecho se encuentra amenazado por los efectos del cambio climático y los intereses corporativos. El 16 de julio, mantuvimos una conversación con Fernando Huanacuni (ex canciller de Bolivia), Pedro Arrojo Agudo (Relator Especial de la ONU sobre los derechos humanos al agua potable y al saneamiento), Jacqueline Faría (exministra de Ambiente), José Pereira (Viceministro de Administración de Cuencas), y el experto en aguas, César Aponte.

2. En los últimos años, personas en todo el mundo han salido a las calles a defender sus sistemas democráticos, amenazados por fuerzas no democráticas que buscan el poder de manera inconstitucional. Esta semana analizamos las respuestas de los pueblos a los intentos de golpe de Estado en Venezuela en 2002 y Turquía en 2016.

Bolívar EN México

Cuando apenas tenía 15 años, Simón Bolívar embarcó en un viaje a Europa para continuar sus estudios. En febrero de 1799, dos siglos antes de nuestra Revolución Bolivariana, el navío en el que viajaba Bolívar, el “San Idelfonso”, se vio obligado a detenerse en el puerto mexicano de Veracruz debido al bloqueo naval impuesto por los británicos contra La Habana, última escala antes de llegar a la Península. Esta parada le permitió llegar a conocer las ciudades de Xalapa y Veracruz. También fue a Ciudad de México donde se hospedó con el marqués de Uluapa, en una casa donde con frecuencia se realizaban tertulias políticas. El joven Bolívar fue llevado a ver al virrey de Nueva España, Miguel Azanza, quien le preguntó su opinión sobre los recientes alzamientos en Caracas. La respuesta de Bolívar fue que la cause americana era una causa justa, ante lo cual el virrey recomendó que al joven lo llevaran pronto a España.

Bolívar no volvió a visitar México, pero constantemente defendió la necesidad de integrar a México a la gran unión continental de repúblicas. Sus logros en la lucha por la emancipación latinoamericana, hicieron que el Congreso Constituyente de 1824 le otorgara la ciudadanía mexicana. Fray Servando teresa de Mier, miembro del congreso, abogó por la ciudadanía de Bolívar con las siguientes palabras: “Hay hombres privilegiados por el cielo para cuyo panegírico es inútil la elocuencia, porque su nombre solo es el mayor elogio. Tal es el héroe que en los fastos gloriosos del Nuevo Mundo ocupará el primer lugar al lado del inmortal Washington: Por esta señal inequívoca todo el mundo conocerá que hablamos de aquel general que contando las victorias por el número de los combates, destrozó el envejecido cetro peninsular en Venezuela, su patria, en Cartagena, Santa Marta, Cundinamarca, Quito y Guayaquil, con las cuales formó la inmensa República de Colombia. Hizo más: se venció a sí mismo, depuso voluntario su espada triunfante a los pies de los padres de la patria que reuniera para constituirla y se constituyó su primer súbdito, rehusando con empeño todo mando; de aquél hablamos que resumiéndolo por obediencia, sin ficción, está ahora triunfando en el país de los incas, de las últimas esperanzas de la soberbia española […] Simón Bolívar, Presidente de la República de Colombia, Gobernador Supremo del Perú, llamado con razón El Libertador, admiración de la Europa y gloria de la América entera […] Por sus tratados de íntima alianza entre todas las Repúblicas de América, ya es y merece ser ciudadano de todas. Pedimos, pues, que Vuestra Soberanía declare solemnemente que lo es de la República de México.”

Este 24 de julio de 2021, en el 238 aniversario de su natalicio, los cancilleres de la Comunidad de Estados de Latino América y el Caribe (CELAC), se reunieron en Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador rindió tributo al héroe venezolano y dio un discurso inspirado en la visión bolivariana de unidad y de lucha en defensa de la soberanía. Reconoció la resistencia de Cuba y rechazó el continuo intervencionismo estadounidense: “La influencia de la política exterior de Estados Unidos es predominante en América. Solo existe un caso especial, el de Cuba, el país que durante más de medio siglo ha hecho valer su independencia enfrentando políticamente a los Estados Unidos. Podemos estar de acuerdo o no con la Revolución Cubana y con su gobierno, pero el haber resistido 62 años sin sometimiento, es toda una hazaña.”

López Obrador también llamó al fortalecimiento de la CELAC y para un cambio en la forma en que los países de la región se relacionan entre sí: “Es ya inaceptable la política de los últimos dos siglos, caracterizada por invasiones para poner o quitar gobernantes al antojo de la superpotencia; digamos adiós a las imposiciones, las injerencias, las sanciones, las exclusiones y los bloqueos. Apliquemos, en cambio, los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias. Iniciemos en nuestro continente una relación bajo la premisa de George Washington, según la cual, ‘las naciones no deben aprovecharse del infortunio de otros pueblos’ […] la propuesta es, ni más ni menos, que construir algo semejante a la Unión Europea, pero apegado a nuestra historia, a nuestra realidad y a nuestras identidades. En ese espíritu, no debe descartarse la sustitución de la OEA [Organización de Estados Americanos] por un organismo verdaderamente autónomo, no lacayo de nadie, sino mediador a petición y aceptación de las partes en conflicto, en asuntos de derechos humanos y de democracia.”

Han pasado 238 años desde su nacimiento, pero la causa justa de los pueblos de Nuestra América, esa causa justa que Bolívar defendió a los 15 años y a lo largo de toda su vida, una vez más fue defendida en Ciudad de México.