Editorial Semanal Nº 21: Notas de la Celac y la ONU

La una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC decisiva en el fortalecimiento de la unidad regional

Durante la última quincena de septiembre, el Instituto Simón Bolívar por la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos acompañó dos eventos geopolíticos clave: La VI Reunión de Jefes de Estado y/o de Gobierno de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la 76a Asamblea General de las Naciones Unidas. Llevar a cabo una reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la CELAC fue un paso decisivo en el fortalecimiento de la unidad regional y fue en sí mismo un gran logro, luego de superar los intentos de fuerzas más conservadoras en la región por restarle importancia y prácticamente extinguir el proyecto. Durante más de una década, la CELAC ha encarnado el proyecto de unidad y cooperación latinoamericana sin que la imposición de los intereses estadounidenses determinara la agenda.

El impulso dado en julio por el presidente Andrés Manuel López Obrador al organismo muestra que la región está lista para avanzar y superar el disfuncional sistema interamericano establecido por la Organización de Estados Americanos (OEA) y su embarazoso liderazgo bajo Luis Almagro. Los presidentes de Paraguay y Uruguay intentaron sabotear el encuentro reiterando sus ataques a los gobiernos de Venezuela y Cuba, pero lo que está en juego para la unidad regional es mucho mayor.

La cumbre fue un éxito ya que aprobó un plan regional de vacunas para abordar el Covid-19 diseñado por la CEPAL, el establecimiento de una agencia espacial regional y la creación de un fondo regional para atender desastres naturales. La CELAC también anunció que tomará una posición regional sobre la crisis climática en la COP-26. Como afirmó el presidente López Obrador, la unidad regional se puede lograr bajo 3 principios: “la no intervención y autodeterminación de los pueblos, cooperación para el desarrollo y ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación”.

Las conclusiones finales incluyeron otros puntos de coincidencia como el rechazo al bloqueo contra Cuba, el reconocimiento de la necesidad de justicia reparadora para los afrodescendientes, el reconocimiento de la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas y la expresada preocupación por la persistencia de la situación colonial de Puerto Rico. El presidente Maduro también propuso la creación de una Secretaría General de la CELAC. espués de la cumbre, nos unimos a los movimientos sociales y organizaciones políticas mexicanas en un encuentro por la unidad de América Latina y el Caribe en el Museo de la Ciudad de México.

El novelista Paco Ignacio Taibo II y el exdecano de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Pablo González Casanova, de 99 años, encabezaron las intervenciones expresando su solidaridad con la Revolución Bolivariana y la necesidad de unidad de todos los progresistas y fuerzas de izquierda para superar los desafíos de hoy.

Cientos de activistas, entre ellos defensores de derechos humanos, sindicatos, intelectuales, militantes del partido, campesinos y activistas indígenas, dieron la bienvenida a Rander Peña y Carlos Ron, quienes representaron a la delegación venezolana.

De la Ciudad de México nos dirigimos a la Ciudad de Nueva York, donde delegaciones de todo el mundo se reunieron en la Asamblea General de las Naciones Unidas. Los desafíos globales fueron más visibles que nunca: el cambio climático fue la principal preocupación de la mayoría de las intervenciones, pero otros problemas como los intentos corporativos por controlar la producción y distribución de alimentos llevaron a grandes movimientos como Vía Campesina, boicot a la Cumbre de Sistemas Alimentarios.

Mientras tanto, Biden dijo estar dando el primer discurso de Estados Unidos en 20 años, en el cual el país no estaba en guerra. Además de la inexactitud de esta afirmación, el discurso de Biden estuvo lleno de sutiles indirectas contra China, aunque insistió en no querer una nueva Guerra Fría. Pero sin duda, el avance más interesante de la Asamblea General de este año fue la reunión de altos representantes de 18 naciones en Defensa de la Carta de las Naciones Unidas. Estos países se reunieron para reiterar su compromiso con los valores y principios del documento fundacional de la ONU y para oponerse a su violación, ya que constituye una violación del derecho internacional.

Ese mismo día, tuvimos la oportunidad de reunirnos con la campaña “Sanctions Kill” quienes presentaron su reciente informe sobre el impacto de las medidas coercitivas unilaterales contra 39 países, y posteriormente participaron en una Mesa Redonda sobre Venezuela auspiciada por The People’s Forum, que contó con la participación de importantes activistas estadounidenses.

Finalmente, también visitamos El Maestro, un centro comunitario en el sur del Bronx, donde Venezuela ha tenido vínculos históricos desde las visitas del presidente Hugo Chávez a este centro obrero en la ciudad de Nueva York. La diplomacia popular también es un componente clave de las relaciones exteriores de Venezuela. Pudimos hablar sobre la posición de Venezuela en la Asamblea General de la ONU este año, así como escuchar a la comunidad del sur del Bronx sobre los efectos de la pandemia y otras preocupaciones comunes.