Laura Capote recoge el espíritu de la Carta de Jamaica de El Libertador 205 años

Durante el lanzamiento del Instituto Simón Bolívar para la Paz y la Solidaridad entre los Pueblos, Laura Capote, en representación de ALBA Movimientos, reflexiona sobre la continuación del proyecto bolivariano

Hola, compañeras y compañeros, les enviamos un saludo desde ALBA Movimientos, desde la Asamblea Internacional de los Pueblos y por supuesto desde el pueblo colombiano.

Es un honor para mí hacer parte del lanzamiento del Instituto Simón Bolívar para la paz y la solidaridad entre los pueblos, una iniciativa que recibimos con mucha alegría y que recibimos con gran satisfacción, de saber que ahora nuevamente en nuestro continente van a haber más y más articulaciones, institutos, iniciativas pensando la solidaridad y la paz entre los pueblos, algo que más que nunca necesitamos en América Latina y el Caribe.

ALBA Movimiento es una articulación continental de movimientos sociales, la Asamblea Internacional de los Pueblos como dije anteriormente y por supuesto el pueblo colombiano nos unificamos y cerramos filas alrededor de la defensa de la Revolución Bolivariana y también por supuesto de las iniciativas de solidaridad que surgen desde allí. Por eso, recibimos el lanzamiento del Instituto Simón Bolívar con mucha alegría y además nos alegra enormemente que nos hayan invitado a ser parte de esta celebración, así que muchísimas gracias a todas y todos quienes organizaron este evento y por supuesto una felicitación para el pueblo venezolano por continuar siendo ese faro y ser aquellos que llevan la delantera en nuestra región en materia de solidaridad, unidad e integración latinoamericana.

Desde ALBA movimientos, cuando nos dijeron que hay que hablar y felicitar al Instituto Simón Bolívar, dijimos que tanto decir del libertador y que tanto decir también desde la posibilidad que tengo yo de representar de alguna manera al pueblo colombiano y también a las mujeres y jóvenes de nuestro continente, que aquellos y aquellas que tienen el poder de los medios hegemónicos, parece que nos mostraran que todo el mundo, que todo el pueblo colombiano, o toda la juventud rechaza estas iniciativas y para nada es así, me atrevo a decir con seguridad, certeza y mucho orgullo que muchas y muchos jóvenes, mujeres y también personas que hacemos parte del pueblo colombiano, que abrazamos a la revolución Bolivariana, que seguimos el legado del Comandante Chávez, de Simón Bolívar y que por supuesto, llevamos la solidaridad con nuestros hermanos mellizos como un principio ético en la vida. así que, en este sentido, nosotros y nosotras pensábamos, bueno que tanto decir, que tantas cosas que se pueden hablar del libertador, desde la hermandad colombo-venezolana podemos hablar no, y la primera que nos llegaba a la cabeza era el nombre, por que llamar Simón Bolívar no, y la verdad que Simón Bolívar es el nombre de la unidad latinoamericana, es el nombre que lleva este proyecto de unidad e integración regional. ¿Que otro nombre puede llevar un instituto que busca servir como plataforma de solidaridad entre los pueblos si no es el de Simón Bolívar? Ese es el nombre de la epopeya emancipadora, anticolonialista y revolucionaria de nuestros antepasados. La unidad continental de América Latina y el Caribe, pero también ese ejemplo para los demás continentes, lleva el nombre del libertador, porque la verdad no hay otra forma de pensar un proyecto continental sin remitirse de alguna u otra manera, al pensamiento antiimperialista de Simón Bolívar, es algo que muchas veces no se rescata en la historiografía y es que Simón Bolívar fue ese primer gran antiimperialista, Simón Bolívar fue ese primer visionario de la necesidad de la emancipación de América Latina y el Caribe, tanto de la corona española como de diferentes otras posibilidades de dominación que hubiéramos podido tener no, él decía que la estrategia debe ser la unidad para conseguir la independencia, pero ojo, no hasta ahí, ese no era el punto final, era conseguir la independencia para a partir de ahí consolidar y construir un proyecto democrático, popular y revolucionario para nuestro continente. una tarea que nosotras y nosotros tenemos el deber enorme de seguir y continuar. como decía, como llamar entonces a un instituto de solidaridad y paz entre los pueblos sino es con el nombre del libertador, aquel que nos vio nacer, que nos tuvo en su cabeza y en su corazón antes de nacer y que hoy nos da la posibilidad de ser países independientes. en ALBA movimientos y en la Asamblea Internacional, tenemos la oportunidad de conocer la realidad de esos países que no han podido conseguir esa independencia. no por falta de voluntad por supuesto, sino por diferentes condiciones concretas materiales, que no han permitido que eso sea posible, pero hoy nosotros miramos hacia atrás y sabemos y entendemos lo gigante que era el pensamiento de Simón Bolívar al entender la necesidad de la independencia, por lo menos de esa primera. A nosotros nos queda la tarea de la segunda y definitiva, pero cuando vemos lo doloroso y cruel que es el sistema colonial todavía hoy en pleno siglo XXI, 2020, contra aquellos pueblos que aún son colonia, nos damos cuenta de lo importante que fue esa primera independencia, sobre todo para aquellos que dicen que eso no fue nada, que eso no significo ningún esfuerzo, para nada, todo lo contrario. Hacer además el lanzamiento del Instituto Simón Bolívar un 6 de septiembre, un día como hoy, es ya de por si una declaración política. este mismo día hoy hace 205 años en 1815 en Jamaica, Simón Bolívar escribió su conocida Carta de Jamaica, o esa contestación de un americano meridional a un caballero de esta isla, como es el nombre que le puso en su momento, donde expone cuál era su ideario continental. Es la carta para conocer el pensamiento bolivariano, para conocer cuál era ese proyecto que Simón Bolívar nos tenía preparado para todas y todos los latinoamericanos y caribeños, que era principalmente, por un lado, el desprecio por el sistema colonial, la crítica profunda al sistema colonial como aun sistema desigual, como un sistema injusto, como un sistema que no tenía en cuenta ni tenía presente las necesidades ni los derechos que aquellas y aquellos que viven en las colonias. Y, por otro lado, lo vencido que era el sistema colonial en sí mismo, lo poco actual, lo imposible que era en sí mismo la continuación del sistema colonial. prácticamente Simón Bolívar decía es inminente la independencia, porque no puede haber en realidad más una colonia del tamaño de nuestro continente. Vieron que Simón Bolívar sonaba, decía América Latina va a ser grande, conocida por su grandeza, pero no por su grandeza física o geográfica, por la fauna y la flora que nos caracteriza, además, sino por la grandeza de sus ideas, de su soberanía y por supuesto de la independencia, esto lo decía hace 200 años y sigue siendo tan vigente como si lo estuviese diciendo en el 2020.

además de algo fundamental, el reconocimiento de nuestro continente mestizo, pero ese reconocimiento, como una potencialidad política. La América Latina y el Caribe mestiza como la potencialidad política de la diversidad, de la posibilidad de tener diferentes pensamientos, diferentes posturas, pero en un mismo horizonte que era justamente esa independencia, esa segunda y definitiva independencia. En el caso del pueblo colombiano, que es de donde yo soy y que también nos parece muy hermoso poder compartir el nacimiento del instituto Simón Bolívar, paradójicamente estamos compartiendo el nacimiento de un instituto que tiene el nombre de nuestro padre, de aquel que nos pasó y nos hizo realidad. En Colombia lastimosamente hay una oligarquía santanderista, de aquel traidor del proyecto de Simón Bolívar, del proyecto emancipador de Simón Bolívar, una oligarquía sigue estando desde la traición al proyecto bolivariano, que sigue estando desde hace 200 años y no ha tenido nunca un recambio. Esa tradición oligárquica, santanderista, se encargó y se ha encargado hasta el día de hoy permanentemente de borrar, eliminar, cualquier rasgo revolucionario, emancipador, profundamente estratégico en materia de emancipación continental que tenía Simón Bolívar. A nosotros y nosotras, cuando éramos niños y niñas en la escuela, nos decían que Simón Bolívar era un nombre para aprenderse para pasar el examen en la primaria, que era uno más de los mil nombres difíciles que nos hacen aprender y que no nos gustaba y nos parecen difíciles y que con el tiempo se fue convirtiendo, en el tiempo que estuvimos en la escuela, en un nombre que a duras penas recordábamos, pero gracias al gigante Comandante Hugo Chávez, el pueblo colombiano pudo volver a recordar esa impronta profundamente revolucionaria que tenía Simón Bolívar, hasta el punto de convertirlo en una mala palabra, en decir que los bolivarianos y las bolivarianas en Colombia, somos malas personas, no les gusta escucharnos, ni decir que somos bolivarianos, ni que significa, bueno ese significado nos lo dio el Comandante Chávez, gracias a esa impronta que le dio a la revolución en Venezuela.

Y ese Bolívar es justamente el Bolívar que vivía en Colombia no, porque también ese Bolívar que discursivamente nos trae el comandante, que lo posiciona en la escena pública de América Latina pero que vivía permanentemente, efervescente en la sangre del pueblo colombiano, obviamente no de la oligarquía santanderista, del pueblo de la vereda, del municipio más pequeño que sonaba con una soberanía, que sonaba con la tierra, que sonaba con los alimentos, que era profundamente campesino, que sigue siéndolo, y que además de ahí ejercen y energía miles de organizaciones sociales y políticas que hasta el día de hoy, siguen teniendo a Bolívar como una de sus principales banderas no, ese Bolívar es el que la oligarquía colombiana no le perdona a la Venezuela Bolivariana, ese recuerdo del Bolívar emancipador y el proyecto revolucionario que tenía Bolívar después de haber logrado la independencia, es el que la oligarquía colombiana no le perdona a Venezuela, es por eso que en realidad, en el fondo que hay tanto ataque por parte de la oligarquía colombiana al proyecto bolivariano, porque no logran entender esta pasión libertadora, emancipadora que despierta el pensamiento bolivariano y que se hizo practica en la revolución bolivariana no, eso le debemos nosotros y nosotras al Comandante Chávez.

Por eso hoy la tarea urgente es defender la revolución Bolivariana, por qué? porque la revolución Bolivariana es una muestra más, un ejemplo más de la vigencia del pensamiento bolivariano y de la necesidad de continuar ese proyecto inconcluso y vigente que dejo el libertador para nuestro continente, que más vigente del pensamiento bolivariano hoy que el ejemplo de entender el asedio imperialista contra la República Bolivariana de Venezuela, es una vez más el imperio no soportando que hay un país de nuestro continente que decide ser soberano y seguir el camino de Simón Bolívar y decirlo no a ninguna colonia ni a ningún imperio, es justamente esa la razón por la que el imperialismo no cesa en su persecución y en su asedio al pueblo venezolano.

Como nosotros y nosotras sabemos, es fundamental también la unidad. la unidad no solamente de nuestras organizaciones al interior de los países, sino la unidad continental esa tarea, pero por supuesto, una de las unidades más importante que hace falta en nuestro país, es la unidad del pueblo venezolano y colombiano, como esos hermanos mellizos que nacieron juntos del corazón y la cabeza del libertador, con los mismos colores, con la misma bandera, que hablan muy parecido, comen arepa y bailan joropo en los llanos, esa hermandad, esa unidad de esos pueblos, es tan potencialmente transformadora y revolucionaria, que se tenga la burguesía si llega a suceder y es justamente a lo que nosotros y nosotras apostamos en los movimientos sociales en Colombia, abrazar la revolución Bolivariana para hacer del pensamiento de Bolívar acción, algo que nos enseno el Comandante Chávez, que Bolívar deje de ser un nombre para convertirse en un verbo.

en ese marco hoy nosotros en América Latina y el Caribe, desde ALBA movimientos, también en diferentes continentes de este planeta tan adolorido y tan lastimado por el sistema capitalista, le decimos no a la guerra, no al asedio, no al bloqueo en nuestra hermana República Bolivariana de Venezuela y por supuesto en nombre del pueblo colombiano, en mi nombre con toda la humildad, les garantizo que no vamos a permitir bajo ninguna circunstancia, ni que nuestro territorio, ni que nuestros recursos económicos, naturales, intelectuales, humanos, sean usados para hacer la guerra en un país vecino, para atacar a nuestro hermano, no es posible que hayamos nacido juntos abrazados y los poderosos nos condenen a odiarnos, eso no tiene ninguna posibilidad, y es justamente lo que nos recuerda el lanzamiento de este instituto con el nombre de Simón Bolívar, es un regano, es una llamada de atención para decirnos ojo que ustedes han nacido del corazón del mismo libertador.

no cuentan con nosotros para guerras, al contrario con el pueblo colombiano y con la articulación de ALBA movimientos y con la Asamblea Internacional de los Pueblos cuentan para la PAZ siempre, para la vida siempre, para un proyecto emancipatorio siempre, para trasnocharnos y pasar de largo pensándonos proyectos continentales así como aquella noche hicieron en Cuba Fidel y Chávez cuando pensaron la idea de ALBA movimientos y que el nombre ALBA se le ocurrió al Comandante Chávez cuando vio el alba del día iniciar, eso es para lo que nosotros y nosotras estamos.

así que, así como Bolívar aseguro hace 205 años hoy 1815, que la unidad continental no tenía marcha atrás, nosotras y nosotros hoy decimos exactamente lo mismo, nosotros y nosotras siguiendo sus palabras como el decía no vamos a dar descanso a nuestra alma ni reposo a nuestro brazo hasta no ver rota las cadenas que oprimen a nuestros pueblos, y hasta no haber construido esa segunda y definitiva independencia en nuestro continente. Este instituto, es ejemplo de Bolívar en su acción, a pesar de la muerte, las invasiones, de los bloqueos, de los golpes de Estado que siguen sucediendo en nuestro continente como vimos el año pasado en Bolivia y como lastimosamente recordamos en este mes de septiembre aquel golpe en Chile, a pesar de todo ello, nuestra respuesta siempre va a ser la vida, siempre va a ser la paz, la solidaridad y la hermandad entre pueblos que somos hermanos, lo que Bolívar dejo sin hacer, sin hacer esta hasta hoy, porque Bolívar tiene que hacer en América todavía, decía el pensador poeta, periodista y héroe de la independencia cubana José Martí.

Cuenten con nosotros para la paz, para la solidaridad en el instituto Simón Bolívar, no porque queremos sino porque es nuestro deber y responsabilidad. VENCEREMOS

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *